Esta propuesta surgió en respuesta a los hallazgos iniciales de la primera experimentación en el Laboratorio en el segundo semestre de 2013, con niños de 5 años de edad. En esa ocasión, notamos que la tecnología, en este caso la Tablet, funciona como un medio (multimodal) muy potente para dar forma a los proyectos creativos de los niños. Exploramos qué usos de la tecnología aparecían al proponer retos comunicativos a los estudiantes, a partir de la creación de personajes de ficción, para crear narraciones jugando con éstos. Algunos grupos realizaron una película y otros una secuencia de fotografías. Si bien la experimentación de 2013 fue breve y no se desarrolló como un proyecto creativo completo, sí nos permitió identificar un componente que debía ser investigado en profundidad: la tecnología como soporte para dar forma a las creaciones de los niños. 

Durante el primer semestre, alternando actividades en el aula regular y en el Laboratorio, cada niño creó un personaje físico, lo caracterizó, le dio forma, color, atributos físicos y emocionales, poderes, etcétera. Para esto se leyeron en voz alta libros de literatura infantil para conocer cómo es que los autores caracterizan a sus personajes, se elaboraron bocetos en papel y, luego, en la Tablet se experimentó cómo darle color y cómo modificar elementos de esos bocetos.

Después se realizó el personaje físico tridimensional y, antes de finalizarlo, se le tomaron fotografías que se trabajaron en la Tablet para experimentar los rasgos y el color del personaje. En el segundo semestre, cada niño presentó su personaje frente a sus compañeros y frente a la cámara (la Tablet), para contar con un registro fílmico. Notamos que el hecho de presentar su personaje reta la capacidad de creación de los niños y potencia el desarrollo del lenguaje oral de tipo descriptivo.

 Hemos encontrado que a los niños les atrae mucho mostrar sus creaciones usando la tecnología, la idea de narrase a ellos mismos les resulta muy interesante. Por eso realizan simulaciones, se preparan muy bien, ensayan, etcétera. Además hemos descubierto que este  modo de trabajo posibilita que se desarrollen diversas formas del lenguaje oral: aprender a preguntar, a argumentar, a describir, a narrar, pues al presentar su personaje públicamente y para realizar una filmación, les exige hablar con autonomía, de manera clara y suficiente. De este modo, la tecnología opera como un soporte para avanzar en los aprendizajes formales del lenguaje.

Una vez se diseñaron y caracterizaron los personajes, se conformaron grupos de seis estudiantes para crear historias de ficción colectivas, jugando con los personajes. Estas se registraron en video, se revisaron en varias versiones y se reelaboraron. Se diseñaron escenarios usando las aplicaciones de las tablets y, finalmente, se editó un libro (impreso y digital). Adicionalmente, cada grupo eligió realizar dos producciones más: una película, una obra de sombras, una obra de títeres o una animación.